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Frankfurt, mucho más que un destino corporativo

Frankfurt, mucho más que un destino corporativo

Frankfurt
Más que un destino corporativo Juan S.T Urruzola 19.11.2020

Mainhattan

El nombre completo de la ciudad es Frankfurt am Main, porque está situada a orillas del río Main (Meno, en español). Se trata del gran centro de negocios de Alemania y de la Unión Europea. La Bolsa de Frankfurt es la más importante del país y la octava más influyente del mundo. La ciudad tiene una identidad financiera tan marcada que es conocida popularmente como “Bankfurt”, y su distrito bancario como “Mainhattan”. Uno de los grandes atractivos turísticos de Frankfurt es, de hecho, su “skyline”, compuesto por espectaculares rascacielos entre los que destacan la sede del Banco Central Europeo, el edificio del Commerzbank, diseñado por Norman Foster, y la Main Tower, cuyo mirador, que se eleva más de doscientos metros de altura, ofrece unas preciosas vistas de la ciudad.

Pero Frankfurt es mucho más que una ciudad vinculada a la banca y a las finanzas. Se trata de una urbe moderna y cosmopolita, y posee un vasto patrimonio histórico, comercial y cultural. Uno de los monumentos más emblemáticos es el Römer, un conjunto de edificios medievales que albergan el ayuntamiento de la ciudad desde hace seiscientos años. El Römer está en pleno centro histórico, en la plaza Römerberg.

Plaza del Römeberg, en Frankfurt, Alemania | Foto de istockbygettyimages

En la misma ubicación, a escasos metros de la sede del ayuntamiento, se encuentra la catedral de San Bartolomé, de estilo gótico, cuya fundación data del S. IX y fue levantada entre los siglos XV y XVI. También se la conoce como la Iglesia del Imperio, porque en ella fueron elegidos y coronados los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico hasta finales del siglo XVIII. La piedra arenisca roja de su fachada y su torre de cien metros la hacen fácilmente reconocible.

Frankfurt y la Segunda Guerra Mundial

Los bombardeos aliados durante la Segunda Guerra Mundial y la batalla de Frankfurt dañaron notablemente la mayoría de los edificios que componen el casco antiguo. Entre 1950 y 1980 se procedió a la reconstrucción con el propósito, hoy ya consumado, de recuperar su aspecto original. Algo distinto sucedió con la “Alte Oper” (Ópera antigua), situada un kilómetro más al norte: un movimiento ciudadano evitó su demolición completa y fue reinaugarada en 1981 tras cinco años de obras. Su aspecto actual es idéntico al original, un edificio neoclásico de finales del S. XIX.

Alte Oper de Frankfurt | Foto de istockbygettyimages

Pero el primer edificio reconstruido tras la guerra, por su simbolismo político, fue la Paulskirche. Originalmente era una iglesia protestante (no funciona como iglesia desde la rendición de la Alemania nazi) cuya construcción en forma oval se terminó en 1833. Su arquitectura centralizada la convirtió en la sede del Parlamento de Frankfurt, que trató de establecer la unificación de Alemania de una manera democrática tras la Revolución de 1848.

Muy cerca de la Paulskirche está la casa natal y el museo del escritor Johann Wolfgang von Goethe, que nació y residió en Frankfurt hasta su primer traslado a Leipzig, en 1765. Se ha recreado el hogar del autor con la decoración y los detalles de la época: muebles, porcelanas, almohadones, retratos, e incluso el escritorio donde Goethe escribió “Fausto” y “Werther”, dos de sus obras más importantes.

De los puentes que atraviesan el río Meno dentro de la ciudad de Frankfurt, uno de los más famosos es el Eiserner Steg. Tiene 173 metros de largo y unos 5 metros de ancho y está cortado al tráfico. Conecta el centro histórico con Sachsenhausen, un barrio cuya apariencia original se conserva casi intacta (calles adoquinadas, casas con entramado de madera, fuentes…). Sachsenhausen es una de las zonas con más encanto, animación y vida nocturna.

Restaurante típico en la zona de Sachsenhausen (Frankfurt). donde se puede probar el Apfelwein

Y la calle Zeil es la arteria comercial más importante de Frankfurt, algo así como la Quinta Avenida de Alemania. En ella se encuentran las tiendas más exclusivas, las marcas globales más importantes y los mejores hoteles de la ciudad. Conviven con establecimientos tradicionales que ofrecen productos típicos de la región, y con tabernas y restaurantes. El tramo oeste de la calle Zeil es peatonal y une dos grandes plazas, la Hauptwache y la Konstablerwache, importantes centros de transporte que cuentan con metro, tranvía y autobuses. 

Juan S.T Urruzola | Guía de ruta por Alemania